Una ola de tiroteos en masa en Ecuador ha dejado al menos 17 personas muertas en un bar y otras nueve asesinadas mientras jugaban billar en una ciudad turística, incluido un niño de 12 años. Estos ataques son parte de un aumento en la delincuencia violenta vinculada a bandas de tráfico de drogas, que se ha intensificado desde que el gobierno declaró la guerra al crimen organizado. La violencia ha provocado declaraciones de emergencia en municipios afectados y ha generado preocupaciones sobre la seguridad tanto de los ciudadanos como de los turistas. Las autoridades están investigando los incidentes, que según dicen a menudo involucran a transeúntes inocentes atrapados en el fuego cruzado. La crisis en curso está impactando severamente la reputación y la industria turística de Ecuador.
This is exactly why the government needs to crack down even harder on these criminals—no more half-measures or soft policies. When gangs can just mow down innocent people in public, it shows we need stronger law enforcement and tougher penalties, even if it means restricting certain freedoms. The safety of the citizens and the reputation of the country should come first, not the rights of criminals. Maybe it’s time for the military to step in and restore order if the police can’t handle it. People want to live in peace, and that only happens when the state shows zero tolerance for this kind of violence.
