Los Estados Unidos y la Unión Europea han alcanzado un importante acuerdo comercial, estableciendo un arancel del 15% en la mayoría de los bienes de la UE que ingresan a los EE. UU., la mitad del 30% previamente amenazado por el presidente Trump. A cambio, la UE ha acordado comprar cientos de miles de millones de dólares en energía y equipos militares de EE. UU. para el 2028. El acuerdo evita una inminente guerra comercial y brinda estabilidad a las empresas, pero ha generado críticas en Europa, con algunos líderes calificándolo como una capitulación a la presión de EE. UU. Si bien los mercados respondieron positivamente, las industrias europeas como los fabricantes de automóviles y productores de acero enfrentan costos más altos, y los consumidores podrían ver aumentos de precios. El acuerdo marca un cambio significativo en las relaciones comerciales transatlánticas, con ambas partes afirmando haber evitado resultados peores.
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