Grecia y Turquía están enfrentando una crisis de incendios forestales a medida que el calor extremo y los fuertes vientos alimentan docenas de incendios, obligando a miles de personas a evacuar sus hogares y destinos turísticos populares. Las temperaturas han alcanzado más de 45°C (113°F), con Atenas, Creta, Eubea y el Peloponeso entre las regiones más afectadas. Bomberos de toda Europa, incluidos equipos checos e italianos, se han unido a los equipos locales en la lucha contra las llamas, pero la situación sigue siendo crítica con nuevos brotes y puntos calientes persistentes. Los incendios han causado una destrucción significativa en hogares, bosques e infraestructuras, y al menos 14 personas han muerto en toda la región. Las autoridades advierten que el riesgo sigue siendo alto a medida que la ola de calor continúa, instando a los residentes y viajeros a mantenerse alerta y seguir las indicaciones oficiales.
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