La competencia en curso entre Estados Unidos y China está moldeando el futuro de la política global, con ambas naciones compitiendo por la supremacía tecnológica, económica y militar. Aunque su rivalidad hasta ahora se ha caracterizado por guerras comerciales y disputas diplomáticas, los expertos advierten que las tensiones crecientes podrían potencialmente llevar a un conflicto abierto. La posibilidad de una 'guerra caliente' está siendo debatida, especialmente a medida que ambas partes desarrollan armamento avanzado y se enfrentan en temas como Taiwán y el Mar del Sur de China. A pesar de los temores, algunos analistas argumentan que la amenaza real de China para Estados Unidos podría estar exagerada, y que la dependencia económica mutua podría actuar como un disuasivo. Sin embargo, la incertidumbre que rodea su relación mantiene al mundo en vilo, ya que cualquier error de cálculo podría tener consecuencias de gran alcance.
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