Las autoridades de Hong Kong han emitido órdenes de arresto y recompensas por 19 activistas pro-democracia que viven en el extranjero, acusándolos de subversión por su participación en el 'Parlamento no oficial de Hong Kong'. La medida ha recibido una fuerte condena del Reino Unido, Estados Unidos, Australia y otros países occidentales, quienes acusan a Hong Kong y Beijing de represión transnacional y de socavar las normas legales internacionales. Los activistas, muchos de los cuales residen en el Reino Unido, Australia, Canadá y Estados Unidos, son acusados de amenazar la seguridad nacional al organizar actividades políticas en el exilio. Los críticos argumentan que estas recompensas son un intento de silenciar la disidencia e intimidar a los hongkoneses en el extranjero. La controversia ha tensado aún más las relaciones entre China y los gobiernos occidentales, quienes prometen apoyar a los activistas señalados.
Sea el primero en responder a esta discusión general .