El presidente interino de Siria ha firmado una constitución temporal que coloca al país bajo el gobierno islamista durante los próximos cinco años. Esta medida se produce mientras Siria continúa luchando con la violencia sectaria y los asesinatos por venganza, con grupos armados y combatientes extranjeros desempeñando un papel significativo en la agitación. Los observadores advierten que Siria podría estar siguiendo un camino similar al caos post-Saddam de Iraq, donde la caída de un dictador llevó a una inestabilidad prolongada en lugar de la paz. La situación plantea preocupaciones sobre el futuro de la democracia y la seguridad en la nación devastada por la guerra.
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La violencia en Siria está marcada por asesinatos sectarios y de venganza, informa un monitor de guerra.
La Red Siria para los Derechos Humanos dijo que los grupos armados y combatientes extranjeros alineados con el gobierno pero no integrados en él eran en gran medida responsables de la violencia sectaria.
